En este artículo (y en el vídeo que lo acompaña) te cuento cómo usé ChatGPT y Claude para escribir los emails de mi secuencia de lanzamiento del curso Newsletter Fácil.
Una secuencia que no solo me ahorró tiempo, sino que me ayudó a facturar más de 20.000 €.
Es una historia real de cómo la IA puede ser tu aliada si sabes alimentarla con la información correcta y mantener tu toque humano.
El vídeo donde te cuento todo el proceso está más abajo, pero antes me gustaría explicarte algunas cosas que es importante que tengas en consideración cuando te apoyas en la IA para escribir.
Escribir para vender no es lo mismo que escribir una newsletter
Cuando escribo mi newsletter semanal, busco conexión.
Cuando escribo una secuencia de lanzamiento, busco conversión.
Esa diferencia de mentalidad fue clave.
Antes de pedirle nada a ChatGPT o Claude, tuve que entrar en modo venta activa.
La secuencia de venta
Tenía claro que quería crear una secuencia de 8 emails con un propósito claro en cada uno:
- Apuntar al dolor
- Mostrar los beneficios del curso
- Transmitir autoridad
- Poner en valor los bonus
- Mostrar la transformación
- Explicar para quién es (y para quién no)
- Resolver objeciones
- Cerrar con urgencia
Pero antes de escribir un solo email, alimenté a la IA con todo el contexto posible.
La fase de preparación: mi “Stack de persuasión”
El primer paso fue recopilar toda la información que la IA necesitaba para entender mi proyecto y mi audiencia.
A eso lo llamo mi stack de persuasión: un documento que define los miedos, deseos, objeciones y resultados que busca mi público objetivo.
Toda esta información se la subí a ChatGPT para que tuviera contexto real.
Así no inventaba cosas ni caía en clichés.
Entrenar a la IA con mi estilo
No quería que mis emails sonaran a IA.
Quería que sonaran a mí.
Creo que ese es el principal miedo que tenemos cuando escribimos con ChatGPT & cía.
Así que, además de darle contexto sobre la audiencia, le subí transcripciones de vídeos y textos reales míos, para que aprendiera mi forma de expresarme: el tono directo, cercano y con toques de humor que suelo usar en mis newsletters.
No me considero prompt engineer, pero sí sé que cuanto más entrenas a la IA con tu estilo, menos suena a robot y más a “tú con superpoderes”.
La magia de promptear (y el ping pong entre ChatGPT y Claude)
Una vez la IA tenía el contexto, llegó la parte más divertida: prompear.
Pedí a ChatGPT que me ayudara a crear la secuencia completa, siguiendo las 8 fases que había definido.
Al principio los resultados fueron flojos. Muy genéricos.
Así que decidí trabajar en paralelo con Claude.
Lo que hacía era esto:
- Le pedía un email a ChatGPT.
- Si no me convencía, se lo pasaba a Claude para reescribirlo.
- Luego combinaba las mejores partes y volvía a ChatGPT para refinarlo.
Era literalmente un peloteo constante entre los dos hasta llegar a una versión con ritmo, naturalidad y emoción.
Dos versiones, dos públicos
Una de las cosas más potentes que hice fue crear dos versiones de cada email:
- Una para personas que aún no tenían newsletter.
- Otra para quienes ya tenían una, pero no les funcionaba.
El mensaje era distinto, aunque la estructura era la misma.
Y eso marcó la diferencia en las conversiones.
👉 Ejemplo:
El email sobre beneficios decía para unos:
“Construye tu canal propio, sin depender de algoritmos.”
Y para los otros:
“Convierte esa newsletter que tienes abandonada en un canal que genera oportunidades reales.”
El toque humano (la parte que la IA no puede hacer)
Ninguna herramienta puede reemplazar tu intuición.
Después de tener todos los borradores, los edité a mano:
añadí anécdotas, frases propias, emojis, negritas y una maquetación que transmitiera energía.
También incluí testimonios reales y capturas de respuestas de suscriptores, además de detalles visuales que reforzaban mi marca: un montaje mío como agricultora, guiños al Método Farming…
Porque si algo tengo claro es que la IA no sustituye tu voz; la amplifica si tú la guías bien.
Lo que puedes aplicar tú
Si estás pensando en usar inteligencia artificial para escribir tus emails, quédate con esto:
- Sin contexto, no hay magia. Cuanto mejor definas tu audiencia, más precisas serán las respuestas.
- No te conformes con la primera versión. Reescribe, combina, cuestiona.
- Entrena con tu estilo. Dale textos tuyos para que aprenda tu tono.
- Pon siempre el toque final humano. Ese detalle personal es lo que genera conexión real.
- Usa la IA como copiloto, no como piloto.
Te enseño cómo lo hice paso a paso
Ahora sí, te dejo con el vídeo porque te muestro paso a paso cómo conseguí tremendos emails ayudándome de la IA.
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